Si anteriormente comenté que mi trabajo como docente es pobre (desde mi óptica pesimista), después de la lectura de Esteve estoy conmocionado. Me sorprende la frescura con que escribe y narra con precisión muchos de mis sentimientos al inicio de mis clases. Recordando con más calma yo no inicié la docencia con miedo o preocupación, estaba seguro de lo que hacía porque en ese tiempo yo dominaba la computación y había que enseñar a los jóvenes a utilizar un equipo y un ambiente que no eran amigables...
Los miedos y ansiedades que describe Esteve los experimenté después, cuando me asignaron otras materias, que son de mi área como matemáticas, en las que yo realmente no tenía ninguna preparación para impartirlas. No supe sobreponerme a mis miedos ni a mis deficiencias y se quedaron viviendo conmigo hasta hoy.
Sin embargo, comparto plenamente su idea respecto de alentar la curiosidad de ellos y ser maestro de humanidad. En eso estoy completamente convencido y con todas mis limitaciones creo que en eso he estado trabajando estos años.
Nunca había leído a Unamuno (aunque no me es desconocido el nombre), y me parece que no está nada errado en su sentir y pensar. Y lamento que compartiendo ese sentir y pensar yo no haya sido capaz de hacer un esfuerzo intencional por reflejarlo en mi práctica docente.
Como todos, he experimentado el nivel bajo de mis alumnos, sus curvas de olvido tan pronunciadas en materias como Física que parece no interesarles. Y sin embargo, la viven a diario.
Recordé que en más de una ocasión he experimentado esa sensación de rozar el cielo, con algunos grupos y algunos alumnos. Mi gusto por la ciencia y platicarla, y emocionarme con ello empezó a los 12 años, nunca he sido investigador ni científico pero me he sentido en comunión con ellos, a través de Asimov, Carl Sagan, Stephen Hawkings, he alentado a mis alumnos para que disfruten su mundo y su curiosidad.
Espero que con la ayuda de todos ustedes y nuestra tutora al final de esta especialidad podamos estar a con tono con el “pensar y sentir y hacer pensar y sentir”
Los miedos y ansiedades que describe Esteve los experimenté después, cuando me asignaron otras materias, que son de mi área como matemáticas, en las que yo realmente no tenía ninguna preparación para impartirlas. No supe sobreponerme a mis miedos ni a mis deficiencias y se quedaron viviendo conmigo hasta hoy.
Sin embargo, comparto plenamente su idea respecto de alentar la curiosidad de ellos y ser maestro de humanidad. En eso estoy completamente convencido y con todas mis limitaciones creo que en eso he estado trabajando estos años.
Nunca había leído a Unamuno (aunque no me es desconocido el nombre), y me parece que no está nada errado en su sentir y pensar. Y lamento que compartiendo ese sentir y pensar yo no haya sido capaz de hacer un esfuerzo intencional por reflejarlo en mi práctica docente.
Como todos, he experimentado el nivel bajo de mis alumnos, sus curvas de olvido tan pronunciadas en materias como Física que parece no interesarles. Y sin embargo, la viven a diario.
Recordé que en más de una ocasión he experimentado esa sensación de rozar el cielo, con algunos grupos y algunos alumnos. Mi gusto por la ciencia y platicarla, y emocionarme con ello empezó a los 12 años, nunca he sido investigador ni científico pero me he sentido en comunión con ellos, a través de Asimov, Carl Sagan, Stephen Hawkings, he alentado a mis alumnos para que disfruten su mundo y su curiosidad.
Espero que con la ayuda de todos ustedes y nuestra tutora al final de esta especialidad podamos estar a con tono con el “pensar y sentir y hacer pensar y sentir”
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